Fuerzas
Regulares.
Incluimos
a
continuación
el
relato
que
el
propio
Teniente
Coronel
Millán
Astray
hizo
sobre
el
origen
de
esta
Unidad en su libro “La Legión” escrito en marzo de 1923.
<<
Una
larga
estancia
en
África,
sirviendo
en
Policía
indígena,
en
Regulares
y
en
el
Regimiento
de
Infantería
del
Serrallo,
unido
a
alguna
afición
al
estudio
y
entusiasmo
por
el
problema
africano,
dieron
lugar
a
que
germinase
la
idea
de
organizar
una
Legión
extranjera,
en
vista
del
excelente
resultado
que
a
los
franceses
les
había
dado
La
suya,
a
la
que,
después
de
la
Gran
Guerra,
titularon
de
“
Heroico
Regimiento
que
por
su
amor
a
Francia
y
su
bravura
ha
sido
colocado
en
el
primer
puesto”.
Añádase
un
puntillo
de
amor
propio
de
creernos
que
los
españoles
éramos
capaces
de
hacer
una
semejante
y
esos
fueron
los
fundamentos
de
nuestra
Legión.
Iniciada
la
idea,
tuvimos
desde
los
primeros
momentos
la
augusta
protección
de
SM.
El
Rey,
que
nos alentó con entusiasmo e ilustro con sabios consejos.
Comunicado
el
proyecto
al
entonces
General
Alto
Comisario
Don
Dámaso
Berenguer,
lo
acogió
con
interés
y
nos
prometió
tan
digno
General
su
apoyo
para
mandarla
cuando
se
crease,
lo
que
más
adelante
cumplió,
así
como
darnos
cuantas
facilidades
estuvieran
en
su
mano
para
salir
airosos
de
la empresa.
La
gestión
duro
cerca
de
un
año,
el
que
después
de
pasado,
ya
parece
breve
y
todo
lo
demás
natural
en toda obra nueva en sus comienzos.
Siendo
Ministro
de
la
Guerra
el
General
Don
Antonio
Tovar
hicimos
un
viaje
a
Argelia
a
estudiar
en
el
“Regimiento
de
marcha
de
la
Legión
extranjera”,
en
el
que
fuimos
recibidos
con
gran
afecto
y
camaradería.
Luego
supimos
que
la
causa
de
tan
cordial
recibimiento
era
la
gratitud
que
sentían
por
la
acción
de
nuestro
Rey
durante
la
guerra
europea,
a
favor
de
los
prisioneros.
Corteses
y
amables,
nos
enseñaron
cuanto
les
demandamos,
averiguando
lo
más
interesante,
que
era
el
sistema
de
reclutamiento, los haberes y el trato a los extranjeros.
Al
General
Tovar
sucedió
como
Ministro
de
la
Guerra
el
General
Don
José
Villalba,
publicándose
entonces
el
Real
Decreto
de
creación
del
Tercio
de
Extranjeros.
Siendo,
finalmente,
el
Señor
Vizconde
de
Eza,
como
Ministro,
el
que
después
de
habernos
honrado
escuchando
una
modesta
conferencia
que
dimos
en
el
Casino
Militar
de
Madrid,
exponiendo
detalladamente
el
proyecto
de
organización
de
la
Legión,
venció
las
dificultades
que
se
presentaban;
dictó
las
bases
y
ordenó
que
se organizase, proporcionándonos una inmensa satisfacción, a la que unimos la debida gratitud.
A
titulo
de
curiosidad
consignaremos,
sin
extendernos
en
consideraciones
de
orden
político
internacional,
estos
principios
indiscutibles
y
sancionados
en
el
mundo:
“Todo
país
tiene
derecho
absoluto
a
reclutar
extranjeros
y
a
constituir
una
Legión
Extranjera,
sin
temor
a
herir
la
susceptibilidad
de
los
otros
países”.
“El
Estado
es
soberano
absoluto
dentro
de
los
limites
de
su
territorio
y
puede
hacer
cuanto
estime
conveniente
a
sus
intereses;
el
reclutar
extranjeros
es
un
corolario de este principio”.
Y
esa
es,
entre
otras,
la
causa
de
por
que
nosotros
la
hemos
llamado
“Legión”
y
a
sus
hombres,
legionarios.
Para
atraer
a
los
extranjeros,
para
hacer
rápida
la
propaganda,
puesto
que
el
nombre
de
Legión
es
conocido
universalmente,
porque
un
extranjero
vale
dos
soldados,
uno
español
que
ahorra
y
otro
extranjero
que
se
incorpora
y
porque
los
vecinos
llaman
a
la
suya
Legión
y
¡
Nosotros queríamos tener la nuestra!
A
organizar
los
banderines.-
Un
venturoso
día
el
Diario
Oficial
llenaba
sus
columnas
---
¡Aquel
día
tan
sabrosas!
---con
las
reglas
de
constitución
del
“Tercio
de
Extranjeros”
y
pocas
fechas
después
aparecía
nuestro
nombramiento
de
“Teniente
Coronel
primer
Jefe”.
En
fiesta
íntima
familiar
en
nuestra
casa,
se
dio
lectura
a
la
Real
disposición,
se
nos
entregó
el
bastón
de
mando
y se dieron por vez primera los tres vivas: ¡Viva España! ¡Viva el Rey! ¡Viva la Legión!” .
Comisionados
por
el
Ministro
de
la
Guerra
nos
presentamos
a
los
Ministros
de
Estado,
de
Gobernación
y
de
Fomento,
que
dictaron
disposiciones
convenientes
al
reclutamiento,
y
emprendimos
un
rapidísimo
viaje
a
organizar
los
Banderines
de
Zaragoza,
Barcelona
y
Valencia,
que,
con
el
de
Madrid,
constituyen
los
centros
más
importantes
para
la
recluta.
Después
nos
incorporamos
a
Ceuta,
a
tomar posesión de nuestro nuevo cargo>>.
El
20
de
septiembre
de
1920
se
considera
oficialmente
la
fecha
de
nacimiento
de
La
Legión
ya
que
fue
ese
preciso
día
cuando
se
alistó
el
primer
legionario.
Ya
desde
los
primeros
instantes
de
su
vida
empezó
La
Legión
a
adquirir
su
fisonomía
peculiar
con
la
alusión
a
las
viejas
glorias
de
la
Infantería
española,
con
el
título
de
caballero
otorgado
por
el
Jefe
Fundador
a
todos
los
legionarios,
con
la
energía
en
el
saludo
y,
sobre
todo,
el
“Credo
Legionario”,
código
de
conducta
dictado
por
el
Teniente
Coronel
Millán
Astray
que
constituye la base espiritual de La Legión, su médula y nervio.
HISTORIA DE LA LEGIÓN
FUNDACIÓN
© 2014 LA LEGION
El
Tercio
de
Extranjeros
–
nombre
original
de
La
Legión
–
nació
como
fuerza
de
choque
para
la
dura
guerra
de
Marruecos.
Esta
nueva
fuerza
tenía
como
objetivo
sustituir
a
las
Unidades
de
recluta
forzosa
cuya
pobre
preparación
y
frágil
moral
era
motivo
de
gran
número
de
bajas
y
dificultades en el desarrollo de las operaciones terrestres.
Por
Real
Decreto
de
28
de
enero
de
1920,
siendo
a
la
sazón
Ministro
de
Guerra
don
José
Villalba,
Su
Majestad
el
Rey
don
Alfonso
XIII
tuvo
a
bien
disponer lo siguiente:
<<
Con
la
denominación
de
Tercio
de
Extranjeros
se
creará
una
Unidad
militar
armada,
cuyos
efectivos,
haberes
y
reglamento
por
que
ha
de
regirse
serán fijados por el Ministro de Guerra. >>
El
alistamiento
quedó
abierto
a
españoles
y
extranjeros
sin
mayores
exigencias
que
ser
sanos,
fuertes
y
aptos
para
empuñar
las
armas,
ofreciendo,
a
cambio,
la
posibilidad
de
hacer
carrera
militar
en
el
seno
de
La Legión.
De
esta
forma,
se
veía
convertido
en
realidad
lo
que
comenzó
siendo
un
proyecto
del
Teniente
Coronel
de
Infantería
José
Millán
Astray,
militar
de
prestigio
que
unía
a
una
elevada
formación
militar
un
demostrado
heroísmo
forjado
en
Filipinas
y
posteriormente
en
África,
donde
mandó